El término «generación de cristal» se usa como metáfora para describir lo sensibles emocionalmente que son los jóvenes en la actualidad. La llamada «generación de cristal» ha sido vista como frágil y demasiado sensible, pero ¿realmente es así? En lugar de romperse, esta generación está aprendiendo a enfrentar un mundo lleno de cambios y desafíos, demostrando que quizá no es tan “de cristal”.
La generación de los retos
Vivimos en una época en la que muchos hablan de la generación de cristal, como si la sensibilidad, la empatía y las ganas de cambiar el mundo fueran algo malo. Sin embargo, desde ISIC preferimos hablar de una generación que ha aprendido a adaptarse en un mundo que cambia constantemente. Una generación que no se rinde y sigue adelante, enfrentando un sistema que cada día es más competitivo. Por eso, más que una generación frágil, hablamos de una generación que se atreve a enfrentar retos.
La generación que incluye
En ISIC creemos en la importancia de valorar a las personas por lo que son, sin importar su género, raza, orientación sexual o situación económica. Apoyamos a una generación que lucha contra las injusticias y que se esfuerza por hacer que todos se sientan parte de la sociedad.
La generación más amable con la naturaleza
Es la generación que se informa, que recicla y que exige a las grandes empresas que cuiden el planeta. No ignora las señales de un mundo que pide ayuda. Al contrario, lo siente como una responsabilidad, y está decidida a marcar la diferencia, aunque sea con pequeñas acciones.
La generación que se involucra
Sabemos que cada acción cuenta y que las decisiones tienen un impacto, por eso, no hay que quedarse de brazos cruzados cuando vemos injusticias. Vemos una generación que se ha sumado al apoyo de las víctimas de la DANA en España, Valencia, una tragedia que dejó a muchas comunidades afectadas. Esta generación ha conseguido recaudar fondos, donar suministros y brindar ayuda directa, demostrando que la solidaridad va más allá de las redes sociales
La generación que no tiene trabajo, pero trabaja
Las oportunidades laborales no son las mejores y, a menudo, las condiciones laborales son difíciles. Por eso, en ISIC apoyamos iniciativas que abordan el problema del desempleo. Muchos de ellos estudian y trabajan media jornada, emprenden y buscan experiencias. No es fácil, pero entienden el valor del esfuerzo y la importancia de construir un camino propio
La generación que construye
Se trata de crear un mundo en el que todos tengan las mismas oportunidades. El cambio no sucede de un día para otro, pero no dejamos de construir, paso a paso, el futuro que imaginamos.
La generación que conecta
En un mundo hiperconectado, es la generación que sabe cómo utilizar la tecnología para unir a personas de diferentes partes del mundo, compartiendo experiencias y conocimientos. Aunque les señalen como dependientes de la tecnología, en realidad saben utilizarla para construir redes de apoyo y solidaridad.
Esta generación no es de cristal; es una generación fuerte y comprometida. Enfrenta los desafíos y está dispuesta a hacer lo necesario para construir un mundo mejor. Es la generación de los retos, y en ISIC creemos en el poder del cambio y en su capacidad para hacerlo realidad.